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viernes, 20 de febrero de 2015

Cuando sucumbes ante tus excesos (Parte 1)



Sé que es muy temprano para sacar del baúl y desempolvar este recuerdo. Sin embargo, en lo que a mí concierne, la trama falleció hace unos cuantos pocos años, siendo substituida por otra. Un recuerdo muy visible de una serie que empezó a lo prometedor, se convirtió en la mejor comedia pagada durante un buen tiempo y tuvo la audiencia esperada. Sin embargo, como bien dice el título, sucumbió ante sus excesos. Sí, hablo de la recientemente finalizada Sitcom: Two And a Half Men. Una serie que el día de ayer recibió su inyección letal en el último episodio emitido, luego de 4 años sin conseguir la audiencia deseada.

Probablemente, la mejor creación de un recientemente hombre de 40 años, Chuck Lorre (quien hoy se alimenta de una comedia un poco más sana y mucho más exitosa), esta dio inicio en el año 2003. ¿La Trama? Un hombre feliz hombre llamado Charlie (Encarnado por el mismísimo Charlie Sheen), narcisista, alcohólico, drogadicto y adicto a las mujeres, sexo y fiesta; cuya vida está por cambiar al momento en el que su desdichado hermano menor Alan (Jon Cryer), junto con su pequeño e inocente hijo obeso de 9 años, Jake (Angus T. Jones) tocan la puerta de su no tan humilde morada (Una casa playera en Malibú, California); luego de que la ex mujer del miserable hombre, los botara de su propiedad.


La serie tenía el perfecto y exquisito gusto que se buscaba en una comedia tipo Sitcom (de televisión). Durante aquellas épocas, se estaba por anunciar el final de la tan histórica Friends, y la gente pensaba que no iba a haber historia que supere el récord de audiencia que el grupo de amigos de Nueva York iba a generar. Sin embargo, Lorre pensó que haciendo una trama en donde los unos a los otros se odian a muerte, iba a ser el siguiente paso para atraer un público en el siglo XXI.

La comedia incluía también a personajes como la anciana, egoísta, floja pero muy chistosa mucama de Charlie, Bertha (interpretada por Conchata Ferrell), la desalmada ex esposa de Alan, Judith (interpretada por Marin Hinkle), la egoísta, tacaña y ultraliberal madre de Charlie y Alan, Evelyn (interpretada por la veterana Holland Taylor) y la dulce pero a la vez a la vez despiadada vecina y acosadora de Charlie, Rose (interpretada por la neozelandesa Melanie Lynskey).

Con el paso de la serie, podías ver a Alan pidiendo o robando dinero de su rico hermano, Jake comiendo y echando gases en cualquier rincón de la casa, Bertha rehusándose a limpiar cualquier desmadre y un Charlie fumando puros en la terraza de su casa, bebiendo toda clase de alcohol como cualquier bebida y a cualquier hora y cambiando de mujer como si fuera ropa. Claro que en algunas ocasiones, aparecía alguna con una inimaginable fuerza de voluntad capaz de hacer cambiar de actitud al decadente hombre. Entre las más destacadas están la bailarina Mía y la voluptuosa empresaria, Chelsea.

Pero aún así, todo volvía a significar decadencia en aquella casa de playa. Prostitutas por doquier y el mismo desastre de siempre. Por ahí que con el tiempo podías ver a Charlie intentando superar sin éxito su miedo al compromiso y a Alan volviéndose cada vez más tacaño, producto del trauma que le dejó pagar pensiones a su ex esposas. ¡Sí, ex esposas! Sumando a la joven hermosa pero muy cabeza hueca Kandi. Todos los incidentes recaían al final en Jake. Quien con el paso de las temporadas y los años, lo veías despojarse poco a poco de su inocencia de niño goloso a convertirse en un adolescente delgado, vago y con cierto interés por las drogas.



¿Cómo olvidar aquel episodio en donde Charlie se acostó con la maestra de primaria de Jake, la Srta. Pasternak y por ello, esta le empezó a poner buenas calificaciones al niño, sabiendo lo ineficiente que era para los estudios? ¿O cómo olvidar también aquella vez en la que Alan agujereó el tanque de gasolina de Charlie solo para obtener 27 dólares? Aquellos quizás fueron los episodios más épicos de la serie.

Sin embargo, todos los caminos parecían conducir a la vecina Rose. La mujer que pese a sus maquiavélicos planes para acosar al protagonista número 1, siempre estaba ahí para cuidarlo cada vez que este la necesite. Allá por el final de la temporada 8 de 2011, parecía que Charlie se dio cuenta que su media naranja estaba en sus narices. El ya un poco más maduro protagonista no dudó en alcanzar a la visiblemente inofensiva dama para convencerla de escapar juntos a Europa. Sin embargo, la tragedia comenzaría justo en ese momento. Para conocer más sobre lo que estaba a punto de suceder, es recomendable entrar a la parte 2 del post.

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