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viernes, 20 de febrero de 2015

Cuando sucumbes ante tus excesos (Parte 2)


Tuve que dividir este post en dos partes, ya que en mi parecer, Two and a Half Men se dividió en dos. Una etapa divertida comandada por Charlie Sheen. Y una etapa aún más decadente que la anterior. Solamente que esta iba en busca de un trama, bajo el estrellato de Ashton Kutcher, quien reemplazaría al primero. Pues, en 2011, luego de finalizar la octava temporada Sheen entraría en una riña con los productores y con Chuck Lorre que lo llevó a su salida de la comedia. Parecía que el principal productor de la serie no sabía que sin el borracho protagonista, la serie no iba a tener rumbo alguno. Sin embargo, el guionista decidió darle una diabólica quimioterapia a la serie a base de una estrategia: burlándose de sus televidentes al rededor del planeta.

Para empezar, Lorre empezaría matando al personaje de Charlie Harper a manos de Rose, luego de que esta se enterara de una infidelidad del narcisista hombre durante su estadía en Europa. Aquel primer episodio de la novena temporada significaría el fin de la era Sheen y el ingreso del nuevo y más joven protagonista.

Kutcher llegaría bajo el personaje del multimillonario y atractivo Walden Schmidt. Un hombre calificado como el técnico de computadoras y redes más exitoso del mundo, que tras una infidelidad por parte de su ex esposa Bridget, este casi se va hacia el suicidio. Sin embargo, una rara pero correcta acción de Alan Harper terminaría por juntar a esta nueva dupla de mejores amigos. Para intentar dejar un poco las cosas, el instinto sanguijuela del hermano del desaparecido Charlie hizo convencer a Schmidt de poder quedarse en la casa por solamente "unos pocos días".

Con este nuevo comienzo, también llegarían nuevos rostros a la ya tan avanzada serie (que se esperaba que finalizara en 2012 o 2013). Rostros como el de la neurótica madre soltera y nueva novia de Alan, Lindsey (interpretada por Courtney Thorne-Smith) y el del nuevo rival y a la vez, amigo de Alan, Larry (interpretado por Daniel Sweeney).

Para empeorar aún más las cosas, Angus T. Jones, quien encarnó el icónico personaje del hijo de Alan, Jake, dejó el show en 2013 alegando haberse sentido hipócrita durante mucho tiempo, luego de su conversión al cristianismo. Jones regresaría dos años después para el último episodio de la serie.


Con un trama sin rumbo y con audiencias decayendo poco a poco, las últimas tres temporadas de la serie incluirían un notable contenido homosexual, tras la llegada de la alcohólica y lésbicamente ninfómana hija de Charlie, Jenny (interpretada por Amber Tamblyn). Aquellas tres temporadas incluirían sexo entre hombres, mujeres y sorprendentemente, un matrimonio gay entre Walden y Alan con el propósito de adoptar al pequeño Louis.

  

No obstante, Lorre tenía preparado su engaño máximo para el último episodio. Aquel capítulo emitido el 19 de febrero de 2015, casi 12 años después de haberse emitido el primer tramo, significaría nada más y nada menos que el hecho de que Charlie Harper aún seguía con vida y escapó de su aprisionamiento en casa de Rose para jurar venganza de todos aquellos que se hicieron dueños de sus posesiones sin permiso durante su etapa de desaparecido.

Parecía que tras todos los regresos en el último episodio (incluido el de Jake), la aparición de Charlie Sheen encarnando a su álter-ego estaba cada vez más cerca. Sin embargo, Lorre cerró con un bang la serie al no mostrar el rostro del hombre quien claramente era un doble de cuerpo del ex protagonista, siendo asesinado, tras la caída de un piano (instrumento el cual Charlie siempre solía tocar) sobre la puerta de su casa, mientras Alan y Walden fuman un puro con Bertha en la terraza de la casa. Aquel golpe, significaría la inyección letal para una serie moribunda, en coma y con cáncer terminal. Un recuerdo recientemente sacado fresco de su tumba con un trama muerto desde hace unos cuantos años.

Última escena de la serie mostrando a quien supuestamente es Charlie Harper.

Cuando sucumbes ante tus excesos (Parte 1)



Sé que es muy temprano para sacar del baúl y desempolvar este recuerdo. Sin embargo, en lo que a mí concierne, la trama falleció hace unos cuantos pocos años, siendo substituida por otra. Un recuerdo muy visible de una serie que empezó a lo prometedor, se convirtió en la mejor comedia pagada durante un buen tiempo y tuvo la audiencia esperada. Sin embargo, como bien dice el título, sucumbió ante sus excesos. Sí, hablo de la recientemente finalizada Sitcom: Two And a Half Men. Una serie que el día de ayer recibió su inyección letal en el último episodio emitido, luego de 4 años sin conseguir la audiencia deseada.

Probablemente, la mejor creación de un recientemente hombre de 40 años, Chuck Lorre (quien hoy se alimenta de una comedia un poco más sana y mucho más exitosa), esta dio inicio en el año 2003. ¿La Trama? Un hombre feliz hombre llamado Charlie (Encarnado por el mismísimo Charlie Sheen), narcisista, alcohólico, drogadicto y adicto a las mujeres, sexo y fiesta; cuya vida está por cambiar al momento en el que su desdichado hermano menor Alan (Jon Cryer), junto con su pequeño e inocente hijo obeso de 9 años, Jake (Angus T. Jones) tocan la puerta de su no tan humilde morada (Una casa playera en Malibú, California); luego de que la ex mujer del miserable hombre, los botara de su propiedad.


La serie tenía el perfecto y exquisito gusto que se buscaba en una comedia tipo Sitcom (de televisión). Durante aquellas épocas, se estaba por anunciar el final de la tan histórica Friends, y la gente pensaba que no iba a haber historia que supere el récord de audiencia que el grupo de amigos de Nueva York iba a generar. Sin embargo, Lorre pensó que haciendo una trama en donde los unos a los otros se odian a muerte, iba a ser el siguiente paso para atraer un público en el siglo XXI.

La comedia incluía también a personajes como la anciana, egoísta, floja pero muy chistosa mucama de Charlie, Bertha (interpretada por Conchata Ferrell), la desalmada ex esposa de Alan, Judith (interpretada por Marin Hinkle), la egoísta, tacaña y ultraliberal madre de Charlie y Alan, Evelyn (interpretada por la veterana Holland Taylor) y la dulce pero a la vez a la vez despiadada vecina y acosadora de Charlie, Rose (interpretada por la neozelandesa Melanie Lynskey).

Con el paso de la serie, podías ver a Alan pidiendo o robando dinero de su rico hermano, Jake comiendo y echando gases en cualquier rincón de la casa, Bertha rehusándose a limpiar cualquier desmadre y un Charlie fumando puros en la terraza de su casa, bebiendo toda clase de alcohol como cualquier bebida y a cualquier hora y cambiando de mujer como si fuera ropa. Claro que en algunas ocasiones, aparecía alguna con una inimaginable fuerza de voluntad capaz de hacer cambiar de actitud al decadente hombre. Entre las más destacadas están la bailarina Mía y la voluptuosa empresaria, Chelsea.

Pero aún así, todo volvía a significar decadencia en aquella casa de playa. Prostitutas por doquier y el mismo desastre de siempre. Por ahí que con el tiempo podías ver a Charlie intentando superar sin éxito su miedo al compromiso y a Alan volviéndose cada vez más tacaño, producto del trauma que le dejó pagar pensiones a su ex esposas. ¡Sí, ex esposas! Sumando a la joven hermosa pero muy cabeza hueca Kandi. Todos los incidentes recaían al final en Jake. Quien con el paso de las temporadas y los años, lo veías despojarse poco a poco de su inocencia de niño goloso a convertirse en un adolescente delgado, vago y con cierto interés por las drogas.



¿Cómo olvidar aquel episodio en donde Charlie se acostó con la maestra de primaria de Jake, la Srta. Pasternak y por ello, esta le empezó a poner buenas calificaciones al niño, sabiendo lo ineficiente que era para los estudios? ¿O cómo olvidar también aquella vez en la que Alan agujereó el tanque de gasolina de Charlie solo para obtener 27 dólares? Aquellos quizás fueron los episodios más épicos de la serie.

Sin embargo, todos los caminos parecían conducir a la vecina Rose. La mujer que pese a sus maquiavélicos planes para acosar al protagonista número 1, siempre estaba ahí para cuidarlo cada vez que este la necesite. Allá por el final de la temporada 8 de 2011, parecía que Charlie se dio cuenta que su media naranja estaba en sus narices. El ya un poco más maduro protagonista no dudó en alcanzar a la visiblemente inofensiva dama para convencerla de escapar juntos a Europa. Sin embargo, la tragedia comenzaría justo en ese momento. Para conocer más sobre lo que estaba a punto de suceder, es recomendable entrar a la parte 2 del post.